En la anterior entrada, quedaban revisados todos los circuitos que componen esta etapa. El siguiente paso antes de comenzar su ensamblaje, es resolver el tema de la iluminación. Originalmente utiliza 7 bombillas de 14.5V y 115mA, las cuales estaban todas fundidas menos dos. La forma mas sencilla es simplemente reemplazarlas por otras de iguales características. Sin embargo, tras haber revisado otras unidades con mas horas de uso, a la larga se pueden presentar problemas debido al calor generado:
- Los plásticos de la zona donde se alojan las bombillas tienen a hacerse quebradizos.
- Los difusores de luz por dentro se ennegrecen volviéndose cada vez mas opacos (ver ejemplo de otra unidad).
Como el estado actual de los difusores es excelente, el planteamiento es cambiar la incandescencia por LED para evitar estos futuros problemas. El objetivo es que el resultado final sea exactamente al original, tanto en tono, en intensidad como en la distribución de la luz.
Para conseguir este objetivo, deben tenerse en cuenta varios factores:
1- El ángulo de dispersión. cuanto mayor, mejor. Una bombilla de incandescencia emite la misma intensidad de luz en todas las direcciones, lo que crea un campo uniforme en todo el difusor. En el ámbito de los LED, hay distintos patrones según su utilización. Los LED de alta luminosidad tienden a ser bastante direccionales. Veamos por ejemplo este gráfico, perteneciente a un diodo de 5mm de KingBright.
Si usáramos este LED, tendríamos muchísima luminosidad a cero grados, pero apenas nada a partir de los 15 grados. El resultado seria una iluminación pésima, donde veríamos los puntos de luz como linternas (
ver este ejemplo de un amplificador igual a este revisado hace unos años)
El LED empleado aquí tiene una curva mucho mas amplia:
2-
El color. Debe ser lo mas próximo al original. En la iluminación de serie se emplean capuchones rojos para dar el tono final. Para usar LEDs tenemos dos opciones, o bien ponerlos rojos directamente, o usar blanco cálido y el capuchón de color. No se deben usar rojos y el capuchón, pues el resultado será un tono rosado. En este caso se ha optado directamente por emplearlos rojos, de 625nm de longitud de onda.
3- La intensidad. Para hacer este cálculo se ha empleado en un lado la iluminación original, y en el otro la LED. Se ha ido ajustando la LED hasta conseguir un resultado lo mas similar. Este ajuste quedará fijado con la resistencia serie que acompañará a cada uno de ellos.
4- La tensión de alimentación. Es muy habitual, como es este caso, que las lámparas se alimenten con tensión alterna. Un LED nunca debe conectarse directamente a ella, pues la tensión inversa que soportan es relativamente baja, y acabará por dañarse. Las opciones son, o bien conectarlos por pares en posición inversa, o bien emplear un diodo de rectificación. El problema es que al usar solo una semionda de la tensión, siempre hay un parpadeo, que es mas o menos apreciable según cada persona.
Sería posible añadir un condensador para evitarlo, pero entonces se empieza a complicar la cantidad de elementos auxiliares que son necesarios. La solución adoptada ha sido otra. El circuito de alimentación de las lámparas parte de un secundario dedicado del transformador. De este mismo secundario, se obtienen dos tensiones simétricas rectificadas de 15V, que se utilizan únicamente para alimentar el circuito de los indicadores de nivel frontales.
La solución que se ha empleado es hacer una pequeña modificación muy sencilla (simplemente cambiar un puente, totalmente reversible) para enviar al circuito de iluminación la tensión ya rectificada. Básicamente, se tomará del marcador verde mostrado en el esquema anterior en vez del amarillo. De esta forma la iluminación es constante y ausente de parpadeos, y solo será necesario poner una resistencia limitadora en serie con cada diodo. Un cálculo necesario es saber si D521 soportará la carga adicional que se le demandará. Cada LED absorberá 2.5mA, lo que hace un total de 17.5mA. D521 soporta un máximo de 1A y trabaja muy por debajo de su límite, con lo que la modificación es totalmente segura.
Este es el aspecto del panel una vez retirado. Se ve que en general está muy bien conservado:
Se retira el cableado y los capuchones, pues al utilizar LEDs rojos no se van a utilizar
El primer paso es soldar a cada uno su resistencia limitadora, que es la que determinará la cantidad de luminosidad emitida.
Debido a la fragilidad de los cables, se añade una segunda funda termoretráctil.
Los capuchones originales tienen una ranura que es la que encaja en el soporte plástico y lo inmoviliza. Podrían cortarse y reaprovecharse para los leds, sin embargo se ha optado por utilizar unos pasamuros de goma del mismo diámetro.
Esta operación se realiza en cada uno de los 7 puntos de luz, utilizando los cables originales.
Se comprueba el encaje en el panel.
Ensamblaje del amplificador
Comenzamos por el chasis, el cual se aprovecha para limpiar.
El primer paso es ensamblar las placas de potencia junto con los disipadores.
Después la placa principal.
Se sueldan ambos conjuntos. Debido a la fragilidad de los pad, la recomendación es hacer una soldadura preliminar para poder hacer las pruebas y ajustes. Y una vez verificado que el funcionamiento es correcto, realizar la soldadura final.
Se monta a continuación los conectores de bananas de altavoces y su circuitería asociada.
Ahora el panel frontal con los medidores de potencia.
Y se conectan y embridan todas las conexiones.
En este punto, se procede con el primer encendido. Siempre es aconsejable utilizar algún método seguro como un variac y/o un DBT. Verificado que no hay oscilaciones ni problemas aparentes, se realiza el ajuste de bias. Debe esperarse unos minutos a que el amplificador se estabilice, luego ajustar, y observar el comportamiento según va alcanzando la temperatura de trabajo, reajustando si fuese necesario.
En cuanto a la conversión a LED se puede comprobar que hay una distribución homogénea de la luz, y un tono e intensidad muy similares al original, sin todos los problemas asociados al calor que generan las bombillas de incandescencia.
Para terminar se continua con el resto de partes: frontal, tapas, etc.. una vez limpias:
Poco se puede comentar de esta etapa que no se haya dicho ya. El resultado es un sonido neutro, de muy baja distorsión, con un registro grave muy muy controlados (que personalmente prefiero, aunque dependiendo con que altavoz se empareje y que referencia se tenga, puede parecer que falten). El circuito HCA de bias dinámico hace que esta etapa sea mas eficiente que su predecesora, la M80, generando bastante menos calor que esta última en el modo auto clase A. En cuanto a potencia tiene mucha más de la que se pueda utilizar en un entorno domestico, con lo que no tendrá problema en mover casi cualquier altavoz, aunque sean de muy baja sensibilidad.
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